Érase una vez el hombre... Pues no, érase una vez el aguacate. Me compraron en una tienda de Extremadura, me regaron y crecí para ser la co-dueña de una cencerrería llamada La Pi-Pi. Esta noche me desvelé con el sueño de ser un aguacate micraftero, así que abandono mi cencerrería extremeña para unirme al Club de Whisky minecraftero.
Pdta. Me gustan los errores de tres en tres.