CAPITULO 1
El calor de las velas diseminadas por la gruta excavada, acogian al recíen llegado. Los escalones comenzaron a resonar a medida que el encapuchado descendía, dejando pequeños fragmentos de nieve a cada paso. La amplia entrada, enterrada en nieve y la arena, se abria con la misma amplitud hacía un abismo de piedra, señalado por escaleras y luces, mas y mas hondo cada vez.
Escoly, el joven instructor de armas, se recompuso en el primer rellano, se echó atrás la capucha descubriendo su cabeza pelada y se desanudó la bufanda. La nieve aún se aferraba a su barba. Al frente la gruta avanzaba al mismo nivel y se perdía en la oscuridad. A su diestra, la gruta continuaba iluminando el descenso. Resopló, se apoyó sobre su espada y continuó el descenso, siguiendo las luces y las escaleras.
Más abajo encontró una figura dando picotazos en las rocas, extrayendo material, excavando sin parar.
- Hay una buena ventisca afuera... -Señalo Escoly- ...casi me cierran el paso en el pueblo. Desde luego sabes elegir los sitios.
El veterano prospector, sonrió desde la penumbra de la brecha en la que trabajaba sin aflojar el ritmo, tampoco le sobresaltó, pues esperaba visita. La omisión de respuesta no dejó por sorprendido al instructor.
Para ser una agujero, no está nada mal. -Continuó - Las escaleras están bien hechas y veo que te has encargado ya de los suelos.-decia mientras señalaba a un lado y a otro- Has adelantado muchisimo trabajo en poco tiempo.
Para ser solo la primera fase, es perfecto. -Señalo Maik - Una estancia de reunión amplia; un pequeño almacen donde inventariar pertenencias; unas habitaciones confortables y lo más importante, una buena fundición que haga sudar a la obsidiana.
Se desabrochó la capa, la doblo sobre un brazo y se sentó distraido en uno de los pesados barriles que el prospector tenía hasta arriba de piedra extraida.
¿No te cansas de meterte en agujeros? ¿Cuántos van ya?
He perdido la cuenta.- Respondió Maik- Uno en cada mundo. Un hogar en cada uno. Son mas seguros, más discretos. Se que no lo ves así, pero desde luego me resulta mas sencillo controlar agujeros que controlar exteriores.
Poco a poco los picotazos fueron hacerse mas pausados hasta que finalmente se terminaron. Aún faltaba muchisimo trabajo, pero Maik se dispuso a tomar un descanso. Escoly aprovecho el momento para preguntar - ¿Cual será mi habitación?
El veterano prospector, sonrió.