PITEAAAAAAAAAS QUIERO QUE SEAS MI PADRE!!!!!
( Lo siento Obi, pero tu no molas como papa xD )
Cartas de Piteas
Moderadores: SGM, Moderador, GM
Bueno, durante los próximos días voy a descansar un poco de las cartas. Me limitaré a pasarlas a limpio e irlas publicando en mi blog maquetadicas.
Por lo pronto, he creado una pequeña introducción para aquellos que vengan de fuera del servidor, con la esperanza de que el relato no se les haga demasiado ajeno.
me acabo de leer todas del tiron y solo puedo decir que son increibles hasta para un nuevo como yo que ha llegado con este ultimo mapa xD. De hecho he podido recrear todo vuestro antiguo server mi enhorabuena piteas!!!!
PD: ¿solo a mi el griefer me recordaba a un Balrog? XDDD
¡Muchas gracias!
Sobre lo del Griefer, la verdad, no se decirte.
En el primer capítulo que aparece sí que recuerda vagamente a un Balrog, pero para cuando se le describe en pleno desenlace tenía un monstruo bastante mas Chtuloideo en mente. Algo así como una mezcla de Nyarlathotep, el Satán de Dante y la silueta demoníaca de "Noche en el monte pelado".
Por lo demás, espero que hayas disfrutado la historia (¡que para eso esta hecha!).
Caaaaaaaaaaaaaaaaaalma, que aún estoy "pasando a limpio" esta (y solucionando cada fallo de continuidad gordo gordo).
Pero ya esta todo pensado... caaaaaaaaaaaaaaaaaalma.
In Media Res
Para cuando McElin terminó de hablar, la muchedumbre de la taberna los rodeaban expectantes. Axter reaccionó al fin y se abrió paso hasta la mesa, nervioso.
- Señores - Bondork y McElin se giraron hacia el joven capitán. Apenas vieron el distintivo de Espaún, se levantaron de la mesa.
- Capitán - se apresuró a saludar McElin; Bondork respondió con un movimiento de cabeza.
- Señores. Antes, cuando han hablado de los Orniópteros. ¿Se acuerdan de quien iba en ellos?
Bondork y McElin se miraron contrariados.
- Pues... el piloto se llamaba Dremin, creo y el arquero era algo asi como Hazmo, Hasma...-Bondork cortó a McElin haciéndole gestos con las manos.
- ¿Que dice? -preguntó Axter.
- Señor, dice que el artillero se llamaba Hazmat. Nadie mas dio su nombre, pero dijeron que los orniópteros venían desde Valinor, con los refugiados del Mar de Zafiro.
Axter notó que el corazón le daba un vuelco. ¡Valinor había sido evacuado a tiempo!
- Dijisteis Dremin, ¿verdad?
- Si capitán, pero... - Intentó decir McElin.
- Gracias, en serio ¡Gracias!- No le dió tiempo a terminar la frase. El capitán salió en tromba de la posada y se corrió hacia el muelle bajo la lluvia.
- Joder, esto esta lleno de refugiados de todo Server. -comentó McElin- ¿Crees que los podrá encontrar?
Bondork negó con la cabeza
Pero Axter, que conocía cada barco y cada capitán, sabía perfectamente donde estaría Dremin: en el castillo de popa del Hades, el barco insignia de los enanos.
A pesar de la insistente tormenta, el movimiento de gente y mercancías en los muelles era frenético. Algunos refugiados, temerosos de que el Hades no pudiera contener tanta gente como los Adm habían prometido, habían acampado frente a la nave. Para evitar que pudieran estorbar las tareas de carga, los guardias de Espaún habían acordonado la zona y les mantenían a una distancia prudente.
Axter se abrió paso entre los acampados, mostrando el distintivo de Espaún mal cosido a su casaca, hasta que llegó a los guardias. Pero estos, siguiendo las tajantes órdenes de Skass, no le dejaron pasar por mucho que el joven discutiera. Los ánimos se caldearon, y un par de refugiados envalentonados se unieron a Axter. Los guardias, temiendo alguna revuelta, se agolparon en la zona e intentaron echarles por la fuerza.
Entonces, un sonido profundo y desagradable se impuso truenos de la tormenta. Una nota grave, salida de una titánica trompa de orquesta, seguida de un acuoso fragor de succión. A no más de cien metros del puerto, había aparecido un Chunk, tragándose en el instante un par de barcazas y atrayendo a las demás cual sumidero.
Los barcos grandes se movieron, lenta pero inexorablemente. Un sudor frio recorrió a refugiados y guardias por igual cuando vieron tensarse al máximo las amarras del Hades. Cuando los noray aguantaron estoicos, todos los presentes respiraron aliviados. Para entonces Axter había aprovechado la confusión y había burlado a los guardias, colándose entre los marineros.
Subió de las bodegas a cubierta y, ya en el alcázar, oteó puerta a puerta hasta dar con el camarote de Dremin, donde irrumpió en plena conversación.
- Pero ¿quien coño? -protestó Hazmat, viéndose interrumpido.
- ¡Capitan Dremin! -se apresuró a decir Axter- Soy Axter, capitán del Astetanic.
- Pero señor... -quiso responder Dremin.
- ¡Por favor! -rogó el joven, mientras se postraba ante el barbudo caballero- Soy antiguo socio de maese Piteas, y fui quien envió las palomas a Valinor cuando el Chunk se tragó su portal.
Durante un instante todos callaron en la sala, hasta que Dremin rompió la tensión con una sonora carcajada.
- Capitán Axter ¡Os debemos la vida, desde luego! -Dremin se acercó alegre al joven y le estrechó en sus brazos- ¿como se encuentra el miserable de maese Piteas?¿ha llegado bien?
El rostro de Axter se petrificó ante la pregunta de Dremin.
- Capitán Axter -preguntó nervioso el mago al percatarse- ¿somos acaso los primeros orniópteros que llegamos desde Valinor?
Dremin soltó al joven, dando asustado unos pasos hacia atrás. Axter, a su vez, comenzó a temblar de inquietud.
- Señores -balbuceó- sois los únicos que habéis llegado desde el sur. Pensaba que el maese se encontraría entre vosotros.
Dremin y Hazmar compartieron una mirada triste y abatida. El mago comenzó lentamente a mesarse los cabellos mientras que el enano confesó a Axter.
- Mucho me temo, joven capitán, que si el ornióptero de maese Piteas aún no ha llegado... es porque esta muerto.