El mal acecha….
Todos los sabíamos. Hacía meses que los enviados del mal poblaban nuestra tierra. Esqueletos, zombis, arañas… El mundo es un lugar peligroso, pero nunca lo fue tanto como hasta ahora.
La magia negra puebla nuestra tierra y tal y como predijeron los ancestros, el gran archimago por fin consiguió sus propósitos: abrir un portal al infierno.
Fuego, ceniza, lava, monstruos, explosiones… Es un lugar terrorífico donde no puedes fiarte de nadie. Solo puedes escapar, esconderte… Miras a ambos lados y solo puedes ver cadáveres. Muertos, calcinados por todos lados. Zombis que se levantan y te acechan, sangre en las paredes, huesos y vísceras en el suelo. Sí señores, esto es el infierno.
Cuando llegué aquí estaba rodeado de mis amigos, pero eso ya es otra historia. Todo vale cuando uno intenta sobrevivir. Aquellos que eran mis amigos, blandieron sus espadas contra mí y me las clavaron sin piedad, hasta el fondo. Sí, me asesinaron y me robaron todo cuanto poseía: la última barra de pan adquirida días atrás en el castillo.
Ahora, solo soy uno de los monstruos que aquí acechamos. Un cadáver errante, una bestia transformada lista para destruiros. Sin embargo, una vez fui un hombre, y por ello tengo un consejo que daros, aventureros. Si queréis sobrevivir, no os fiéis de nada ni de nadie. Este lugar es aquel donde el caos reina, el mal acecha y todo está permitido. Este lugar, es El Infierno.
Bueno, por si a alguno no le queda claro:
-Todo está permitido.
-Zona completa de PVP salvo la zona de recepción (la zona de obsidiana donde está colocado el portal).
-Se puede destruir toda construcción.
Habrá un solo portal, situado en el Templo del Mal para acceder al Nether. Así mismo, en cuanto asentemos un lugar decente de llegada, esa pequeña zona quedará protegida. TODO LO DEMÁS es de libre sacrificio, matanza, robo, desalojo, destrucción.