Dios, este mapa es la hostia, muy muy dificil y divertido.
Yo tuve la grandísima suerte de encontrar un arbolito en la tercera isla que visité, que me dio un par de esquejes, luego otro más en la siguiente, hasta que llegué a un pequeño islote antes de una isla "grande" (para lo visto hasta entonces, unos 20 cubos de largo a lo sumo) y decidí pasar la noche en el islote para evitar la muerte. Para pasar la noche, me puse a cavar a ver si podía minear algo.. ¡y encontré una mina! Que golpazo de suerte, me puse a saquear antorchas, madera.. y huyendo como loco de las malditas arañas venenosas. Tambien encontré un cofre, un golpazo de suerte
con semillas de melon y redstone.
A la mañana siguiente me aventuré a la isla y creé la primera casa cubo de dirt, planté las semillas de trigo y árboles y adecenté mis dominios. Pasé la noche haciendo una nueva mina en mi casa, pero no llegué a nada interesante. Entonces ocurrió la tragedia... Escuché arañas salir, y envalentonado con la comida al máximo gracias al pan de la mina y mi vida a tope, salí a pelearme con ellas. Con tan mala suerte que lejos de ser dos, una tercera me atacó por la espalda, caí al agua y las dos restantes saltaron sobre mi matándome, llevando prácticamente todo lo util encima.
Volvi a la maldita isla de spawn sin saber por dónde cojones tirar, viajé a las tres islas que veía en el horizonte, intentando recordar dónde estaba el arbol, pero las tres eran iguales... menos que una no tenía hierba alta. Tenía que ser esa. Volví a viajar de una a otra isla, esta vez sin madera, sin nada en las manos... y ya llegando la segunda noche, como media hora o más despues, por fin encontré el islote con la primera mina. Ansiado por llegar a casa y ver si quedaban mis objetos aun allí, rodeé mi isla plagada de esqueletos pero nada quedaba ya. Decidi correr por la playa y subir arriba, donde estaba mi casa. Un esqueleto me vio, yo corri más si podía y seleccione la dirt que había traído por si acaso. Corriendo me colé en casa, y cuando me giré... ¡el esqueleto cruzaba por la puerta tambien! llegué a colocar un cubo de dirt y me lancé con los puños al esqueleto, pero sus flechas me atravesaron, muriendo otra vez.
Estuve a punto de cerrar el juego esta segunda ocasión, me sentía incapaz de tener la misma suerte de llegar otra vez a mi isla, pero me puse manos a la obra e intenté recordar las islas por las que había pasado de nuevo. Al final lo conseguí otra vez, tardé más, pero llegue a mi isla y esta vez más cuidadosamente, llegue a mi casa y me encerré, aun con el corazón en un puño.
Pero hoy me muero, el trigo no crece, los melones tambien y la caña ha dejado de pescar. Necesito lana como sea, no he encontrado ni una oveja, ya iluminé toda la isla pero no tendo donde dormir. Si muero otra vez... será mi último adiós.